La AEAT de Extremadura emitió un informe –inicialmente sin firma y sin fecha- para justificar la no tributación en España del hermanísimo de Sánchez, David Sánchez, también conocido como el Maestro Azagra, pese a estar contratado por la Diputación de Badajoz. Para conseguirlo, no se les ocurrió otra cosa que localizarle en Portugal en base a unos argumentos cuando menos estrafalarios. Dicho informe, ahora, se ha puesto de moda entre los fiscalistas que defienden procedimientos sobre residencia fiscal en España. En el mismo y con el sello de la AEAT, se avalaba que la residencia fiscal en Portugal se puede justificar con facturas de hotel –cuando siempre habían exigido vivienda en propiedad o alquiler- obviando, por otra parte, que el centro de intereses económicos y personales de tan afamado músico estaba en España. Así las cosas, los despachos se plantean aportar como prueba en sus propios procedimientos tanto ese informe como prueba documental como la declaración de los tres peritos-testigos que lo defendieron.
La opereta laboral-fiscal-musical del Maestro Azagra empieza con su oscura contratación por parte de la Diputación de Badajoz, que no solo crea una plaza ad hoc sino que se la adjudica al peor CV de los presentados; continúa con su no tributación en España a pesar de tener la condición propia de un funcionario público, y concluye con el informe de la AEAT para intentar justificar lo injustificable yendo directamente contra el fondo de su Doctrina Administrativa. Tres en raya. Lo peor es, sin duda, la participación de la cúpula de la AEAT en Extremadura, a los que se supone funcionarios independientes que velan por el interés general, que se dedicaron a urdir un plan para que el Maestro Azagra no pagara impuestos en España a pesar de cobrar del dinero público y que, conscientes de todo ello, no firmaron el meritado informe. La AEAT, apremiada por el juez para que identificara el cargo y la firma digital de los autores del infame informe, respondió que correspondía a la cúpula de la AEAT en Extremadura: María Encarnación Cabezas Martín (inspectora regional); Emilio Hurtado Valiño (jefe de gestión), y Clara Isabel Santos Diéguez (delegada especial).
Funcionarios convertidos en comisarios políticos. Este es uno de los graves problemas que presenta España: miles de funcionarios que en lugar de velar por el pueblo apuestan por hacerle el caldo gordo a los políticos. Solo así se puede pasar por alto, en primer lugar, que el Maestro Azagra estaba contratado a tiempo completo por la Diputación de Badajoz a la que debía acudir diariamente a desempeñar su ‘trabajo’ (luego trataron de colar lo del teletrabajo). En segundo lugar, dieron por buena la residencia en Portugal, a pesar de que el domicilio señalado en la Casa d’Olivença de Elvas, resultó ser un hotel (dato que omitieron torticeramente). En tercer lugar, repasaron todo tipo de ingresos y rendimientos, pero no las facturas de alojamiento que demostraban que, en realidad, se trataba de un hotel cuyo importe anualizado superaría el salario público de Azagra en la Diputación (unos 50.000€ en 2022) haciendo ilógico todo su alegato. Finalmente y de cara a la residencia de los ejercicios 2023 y 2024, Azagra compró un palacete en Elvas, pero el inmueble necesitaba una reforma de calado que empezó en el verano de 2023 señalando que entonces estaba en un piso del secretario General del PSOE de Badajoz. Claro tío.
Técnicamente, el informe de la AEAT obvia el núcleo de intereses económicos y personales del personaje. Se limita a hacer un corta pega señalando que «en lo que respecta a la presunción de que, salvo prueba en contrario, el contribuyente tiene su residencia habitual en territorio español cuando resida habitualmente en España el cónyuge no separado legalmente y los hijos menores de edad que dependan de aquel» para añadir que «se desconoce si su descendiente depende económicamente del obligado tributario«, a sabiendas de que Azagra está casado en separación de bienes con Kaori Matsumoto, y de que tiene una hija nacida el 2022 con ella. La opereta concluyó con la declaración de la cúpula de la AEAT como testigos-peritos y allí cantaron La Traviata, reconociendo que (i) no es normal la emisión de un informe de la AEAT sin firma ni membrete; (ii) que, normalmente, ellos no hacen informes, y (iii) que no comprobaron los extremos relacionados con la residencia fiscal confirmando que desconocen dónde vive realmente el hermano del presidente del gobierno, y (iv) que desde la propia AEAT le aconsejaron cambiar su residencia fiscal a Portugal como por otra parte lo acredita el volcado de los correos electrónicos realizado por la UCO.
Un ejemplo práctico de todo lo que pasa en España. Juzguen ustedes mismos.