La Universidad de Cambridge acaba de publicar su Informe Anual sobre Desarrollo Sostenible en el que se incluye un Índice de Gestión de la COVID-19 que establece un ranking de países de la OCDE respecto a 5 indicadores que miden su comportamiento ante la primera oleada de contagios por la COVID-19. España aparece en el puesto nº 33 (nota de 0.39 puntos sobre 1), el último de la lista, frente al nº 1, Corea del Sur (0.9 de nota). Nos acompañan en el suspenso: Bélgica (0.4), UK (0.43), Francia (0.46) e Italia (0.49). Los 5 indicadores son:
1º/ Muertes por millón de habitantes (Deaths per Million)
Salvo Bélgica (761.55), nadie tiene una tasa de muerte más alta que España (575.26) y eso que la Universidad de Cambridge se limita a tomar las cifras oficiales contabilizando 28.000 fallecidos (aprox.) frente a las estimaciones independientes que ya se acercan a los 50.000 muertos y muertas. A este respecto, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria en España (MoMo), ya comentado en este blog, en su último informe de Junio 2020 certifica que “se ha producido un exceso de mortalidad por todas las causas a nivel nacional del 13 de marzo al 22 de mayo de 2020 de un 57%. El exceso es superior en mujeres (60%) que en hombres (57%), y se concentra en los mayores de 74 años (67%), seguido del grupo de edad de 65 a 74 años (47%)” lo que, en suma, supone 48.032 fallecidos más de los esperados estadísticamente.
2º/ Tasa de Contagio (Effective Reproducción Rate ERR)
Sólo tres países que “han pasado de todo al principio” nos superan en este capítulo: USA (1.73), UK (1.60) y Canadá (1.51), frente al 1.50 de España. Es, por tanto, el primer capítulo en el que trabajar (Corea 0.76).
3º/ Tasa de Eficiencia en el Control de la Epidemia (Epidemic Control Efficiency ECE)
Aquí somos los peores (-0.28). Corea del Sur se sale (0.63). Uno de los puntos cruciales a trabajar.
4º/ Tasa de Reducción de la Reproducción de Positivos (ERR Decline)
Esta es nuestra mejor ratio (0.64) y hasta 10 países están peor que nosotros en este capítulo, incluidos algunos de los mejor clasificados, sin embargo, estamos lejos de los mejores: NZ (0.86) e Israel (0.82), por lo que debería ser también otro capítulo a trabajar.
5º/ Tasa de Reducción de la Movilidad (Mobility Decline)
Con la peor tasa de reducción de la movilidad (0.60) –la peor de toda la OCDE- hemos tenido la cuarta mayor tasa de contagio (1.50). Frente a esto, países como Corea del Sur (1º) o Japón (6º) sólo recortaron su movilidad un 10% y un 16%, para sumar tasas de contagio del 0.76 y del 1.25, respectivamente. Incluso el planteamiento realizado por Suecia -tan criticado aquí- redujo solo la movilidad un 19% acumulando una tasa de contagio del 1.36 para colocarse en el puesto 22º. Debemos olvidarnos de reducir la movilidad.
Mi conclusión es que la Reducción de Movilidad a la que se ha fiado todo en España y a la que se apunta con cada nuevo rebrote no es ni mucho menos la clave de bóveda de este problema que depende de la gestión que pueda hacer cada gobierno en los primeros cuatro índices. La gestión realizada en España por el Desgobierno Comunista -al que la existencia de esas 17 CCAA no ayuda- ha sido acreedora del suspenso más rotundo de toda la OCDE por lo que la estrategia a implementar tras el verano debe venir necesariamente de trabajar por reducir la tasa de contagio sin tocar la movilidad con medidas de rastreo, control, tratamiento y, en último caso, aislamiento de los positivos, para mejorar la tasa de eficiencia en el control de la epidemia lo que se traducirá en una mejora de la tasa de reducción de los positivos si no queremos que en septiembre nuestra débil economía perezca y, con ella, todos nosotros.