El Desgobierno Progresista anunció ayer que llevará al Congreso esta semana que comienza una nueva prórroga por otros 15 días del Estado de Alarma (de Excepción, de facto, y sin habilitación legal como ya hemos comentado anteriormente) con lo que el mismo se extenderá hasta el sábado 25.4.2020 (liberación práctica, en principio, para el lunes 27.04.2020). Mientras tanto, ordenan levantar el reciente “cierre total con permiso remunerado”, impuesto básicamente a la industria pesada y a la construcción, para este jueves 09.4.2020 (liberación práctica, en principio, para el lunes 13.04.2020). Por el camino y sin tener ni idea de nada, avanzan que, a partir de ese lunes 27.04.2020 y si los datos acompañan, se abrirá un periodo de transición para el desconfinamiento en el que poco a poco se irán levantando las medidas impuestas hasta alcanzar la normalidad (en su confusa jerga «sucesivos estados de alarma«).
Lo más cierto, sin embargo, es que en España el número de contagios supera el 15% de la población (reconocido por fuentes gubernamentales), esto es, 7 millones de personas (y se quedan cortos) de los cuales más del 70% son asintomáticos y como no hay test para controlarlos, aislarlos y tratarlos, pues el confinamiento es una tirita en un corte profundo de 50 centímetros: imposible contener la herida. Para más inri, se hacen los test precisamente a personas que manifiestan ya todos los síntomas del COVID-19 cuando deberían reservarse para aquellos que no los tienen, pero sí pueden ser portadores de la enfermedad. ¡De Pajares y Esteso!
Las principales brechas ahora son realmente la económica y la constitucional. Frente a los 124.736 contagiados y 11.744 fallecidos contabilizados “oficialmente” a día de hoy, tenemos 840.000 cotizantes menos a la SS en la reciente EPA de marzo y si a esto le sumamos los cientos de miles de ERTEs y los 2.000.000 de personas que se estiman que trabajan en negro y que, por lo tanto, se van a quedar sin dinero para comer más pronto que tarde, tenemos la radiografía clara de por dónde nos estamos desangrando realmente: por el frente Económico. En el frente Constitucional, por otra parte, tenemos como el Estado de Alarma no ampara el confinamiento obligatorio; tenemos que llevar un papel para salir de casa que tampoco tiene amparo ni Legal ni Constitucional; tenemos que se ha cerrado el Parlamento de facto, y tenemos censurada la Libertad de Prensa y, por lo tanto, de Expresión y de Acceso a la Información. ¡Ahí es nada!
Con todo, un primer análisis ratificaría el hecho de que estamos en manos de un borrico, bueno de una borriquilla que casa mejor con este Domingo de Ramos (otro sector dinamitado) que lleva al país a uno de los mayores desastres de su Historia, pero un segundo análisis, más reposado, empieza a desvelar que ni siquiera un borrico como Sanchez puede hacerlo todo –no sólo una parte- tan mal, que “podemos” estar ante un desastre provocado, calculado con pretensiones políticas para cuando salgamos de este Estado de Excepción sin que ninguno de los partidos del arco parlamentario este denunciando un oprobio como este. ¡Curioso también!