Los confinamientos no son la solución como ya se ha demostrado tanto en España como en el resto del mundo. Los confinamientos no van a erradican ni el coronavirus chino ni ninguna otra enfermedad. Sólo sirven para suavizar su propagación y para ganar tiempo. Nada más. Si luego ese tiempo ganado con el gran confinamiento impuesto durante el Estado se Alarma se dilapida como ha hecho este Desgobierno Comunista, el resultado es que no vale para nada. Exactamente igual que la acción de este desgobierno que ni preparó nada antes, ni hizo nada después al margen del confinamiento y que sigue sin hacer nada a día de hoy para luchar efectivamente contra la enfermedad allí donde hace daño. Por eso vuelven a vendernos la “fórmula confinamiento” para afrontar esta “segunda ola” olvidando que, si no funcionó con la primera, tampoco lo podrá hacer, aquí y ahora, con la segunda.
En el mismo sentido, ya sabemos científicamente que la letalidad del COVID-19 es muy baja para la mayoría de los ciudadanos, de modo que carece de sentido confinarnos a todos en lugar de acotar medidas de protección para los colectivos más vulnerables. En este sentido, todos hemos recibido un montón de comunicaciones del gobierno e incluso de los partidos políticos pero, curiosamente, nadie ni siquiera aquellos ciudadanos potencialmente en peligro –mayores de 70 años con o sin patologías previas, todos previamente censados- recibió aviso alguno acerca del COVID-19 a pesar de que el Desgobierno Comunista conocía perfectamente la potencialidad de la amenaza al menos desde enero 2020 lo que a la postre ha sido el principal factor para que en España superemos los 50.000 muertos y muertas.
El binomio coste-beneficio de ese confinamiento prácticamente total que ya sufrimos ha sido particularmente desastroso. La primera ola devastó nuestra economía sin solucionar la enfermedad y la resaca de la misma que ahora vivimos -porque el Desgobierno Comunista no ha tomado ni una sola medida sanitaria real contra el COVID-19 desde enero 2020- va a terminar por darle la puntilla con los nuevos confinamientos que no sirven para nada. Las ayudas de Europa no serán suficientes y España va camino de la quiebra total mientras nos siguen vendiendo “vida” frente a “economía” cuando cualquiera puede comprobar que ambos factores van unidos y que las sociedades económicamente más pudientes son las que mejoran notablemente la salud de las personas y su esperanza de vida. En definitiva, que la economía y la salud van de la mano por lo que atacar la economía con el confinamiento va en contra de la salud pública. Nótese, además, que la salud no se circunscribe al COVID-19 y que la inoperante lucha contra el mismo está causando un grave daño en otros servicios sanitarios interrumpiendo o descuidando el tratamiento de otras enfermedades o dolencias por el miedo a contagiarse.
Los expertos a estas alturas incluso ponen en duda las estrategias basadas en test masivos y rastreo que sí pudieron funcionar al comienzo de la pandemia –enero y febrero- pero que ahora mismo resultan inútiles ya que con 9 meses de propagación exponencial siempre irán por detrás de una enfermedad que resulta inabarcable para las mismas. Por todo ello, en definitiva, el único confinamiento positivo hasta las próximas elecciones sería el de este Desgobierno Comuista que nada hace contra el COVID-19 mientras aprovecha la situación para tomar medidas políticas que ningún ciudadano normal quiere pero que interesan a su agenda política aunque por el camino nos conduzcan a la ruina y a la rotura de la España.