Como era de esperar el Desgobierno Comunista no va a emprender ninguna reforma del Gasto Público fiándolo todo a la subida de impuestos que ya contempla el PGE 2021 para recaudar 6.000M€ más gracias a incrementos en los impuestos conocidos y a la implantación de otros nuevos. Con todo, la subida del Ingreso Público queda presupuestada en el 14,7% para superar los 222.000M€ a los que se espera sumar las Ayudas de la UE actualmente bloqueadas por Hungría y Polonia. La propaganda gubernamental no deja de incidir en que la subida viene impuesta por Europa –igual que el IVA de las mascarillas- y que su repercusión solo afectará a las rentas más altas pero, como siempre, la parte del león la pagará la clase media trabajadora. Vamos a repasar las principales medidas.
En primer lugar, en el IRPF se incrementará en 2 puntos el tipo para las rentas del trabajo > 300.000€ mientras que lo hará en 3 puntos el tipo para las rentas del capital > 200.000€. Los Módulos se mantendrán, pero se ataca a los Planes de Pensiones, que cuentan con 8,5M de suscriptores en España, reduciendo a 2.000€ la aportación máxima a los individuales (antes 8.000€) mientras el límite conjunto con los de empresa aumenta hasta los 10.000€. En cuanto al Impuesto de Patrimonio, prácticamente desaparecido en la UE, se le da carácter indefinido para evitar prorrogarlo todos los años mientras suben 1 punto el último tramo, hasta el 3,5%, para fortunas > 10M€ y se amenaza a las CCAA que no lo tienen o que no lo cobran con una armonización fiscal.
En segundo lugar, en el Impuesto sobre Sociedades se reduce al 95% la exención de plusvalías y dividendos generados por filiales en el exterior mientras se olvidan de la prometida rebaja del tipo para las compañías más pequeñas, las que facturan < 1M€, que se queda en el 25%. El IVA mantiene sus tipos excepto para el sector de las bebidas azucaradas y edulcoradas que sube del 10% al 21% afectando al conjunto de la población española que también se verá afectada por la subida de la fiscalidad del diésel para equipararlo con la gasolina en el Impuesto sobre Hidrocarburos (recordad que el 80% del precio de esos combustibles son impuestos) mientras se ha dispuesto una subida media del 4% en el Impuesto de Matriculación con la excusa de las emisiones que, a partir de enero, se medirán por la nueva norma WLTP que arroja mayores datos a pesar de que los motores cada vez son más eficientes.
En tercer lugar y dentro del capítulo de nuevos impuestos, destacan el Impuesto al Plástico (“Impuesto sobre los Envases de Plástico No Reutilizables”), la Tasa Google (“Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales”), la Tasa Tobin (“Impuesto sobre Transacciones Financieras”) y un nuevo tipo del 15% de los beneficios no distribuidos como dividendo a sus socios para las SOCIMIS. Mención aparte merece el Impuesto sobre las Primas de Seguros que se eleva en 2 puntos hasta el 8%. El mismo es una suerte de recargo sobre las primas que pagan los asegurados afectando a la inmensa mayoría de la población española que tiene alguna de las pólizas más habituales: Hogar, Auto, Decesos, etc…. En ese sentido, UNESPA, la patronal del sector, ha destacado como dicha subida afectará al 95% de las familias españolas resultando “desproporcionada y carente de justificación” porque, en este entorno de crisis, “el encarecimiento de la fiscalidad del seguro puede derivar en una disminución de las protecciones que contratan familias y empresas y, por consiguiente, en una mayor exposición al riesgo por parte del conjunto de la sociedad y la economía del país» sin contar con el impacto que tenga sobre el propio sector (5% PIB).
No hay duda, por tanto, de que la subida de impuestos la pagará en su mayor parte la clase media trabajadora que además tendrá que cargar con la crisis de sus propias economías domésticas provocada exclusivamente por la nefasta gestión de la pandemia realizada por este Desgobierno Comunista cuyos datos son los segundos peores del mundo en datos oficiales (912 fallecidos por millón + 71 días de confinamiento + una caída del PIB del 12,8%) sólo por detrás de Perú (1.078 fallecidos por millón + 74 días de confinamiento + una caída del PIB del 13,9% ) y dentro del pelotón de países con destrucción del PIB superior a dos dígitos (Portugal 10%; India 10,3%; Italia 10,6%; Argentina 11,8%; Irak 12,1%; España y Perú). Supongo que estos logros justifican la subida del sueldo que se han auto aprobado.