En el reciente artículo “El Timo de la Democracia en España”, publicado en EL MIRON DE SORIA el pasado día 19.12.2022, hacía referencia a las “… las famosas ‘ganaderías de magistrados’ -unos progresistas, los otros conservadores-…“ que han terminado por colapsar tanto el TC como el CGPJ al responder, no a la Justicia y a la Ley, sino siniestramente a la voz de su amo, esto es, a la voz y deseo del Partido Político que los designó para el cargo elogiando, en sentido contrario, a aquellas personas que, a pesar de tener también una designación partidaria, tuvieron la independencia y la decencia necesarias para no ser partidistas, respondiendo únicamente a su obligación, y así señalaba las “… contadas excepciones como la de Manuel Aragón en el ‘Caso del Estatuto de Cataluña’ o la de Encarnación Roca en el ‘Caso del Estado de Alarma’, iniciativas políticas censuradas por el TC gracias a la actuación independiente de esas dos personas…”.
Pues bien, ahora D. Manuel Aragón Reyes, que fue magistrado del TC de 2004 a 2013 por nombramiento del PSOE de ZP, ha sido vilipendiado por el periodista Xavier Vidal-Folch, en su columna titulada «Asedio al Parlamento» del pasado viernes 16.12.2022 en EL PAIS, acusándolo de «tránsfuga ideológico», al hilo de las actuales maniobras para para la toma de control del TC por el PSOE al margen de la Ley y de la propia Constitución, señalando que «La sustitución de la mayoría cualificada de 3/5 en el Congreso General del Poder Judicial por una mayoría absoluta para elegir a sus dos nuevos magistrados constitucionales, como pretende el Gobierno, aunque pueda irritar -y a bastantes nos incomoda, y mucho-, no es necesariamente anticonstitucional. Esa mayoría reforzada ‘no está prevista literalmente por el artículo 159.1 de la Constitución’, reconoce con razón el ex magistrado de la casa, tránsfuga ideológica en el seno del propio tribunal y paladín del recorte del Estatut catalán de 2006, Manuel Aragón (El Mundo, 14 de diciembre)».
Frente a dicha acusación, D. Manuel Aragón Reyes este pasado lunes 19 le ha remitido una Carta al Director que reproduzco a continuación: «En su artículo publicado el viernes en El País, Xavier Vidal-Folch me llama ‘tránsfuga ideológico’ por mi actuación en la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Como ese calificativo, aparte de ofenderme, no se corresponde con la realidad, deseo aclarar a Vidal-Folch que cuando accedí al Tribunal dejé claro a quien me propuso que allí, como es obvio, actuaría con absoluta independencia de criterio, de manera que ni entonces ni nunca, aceptaría formar parte de una institución como esa supeditando mi actuación en ella a una determinada ideología. Eso es lo que la Constitución exige a los magistrados constitucionales, y ello es lo que mi conciencia de jurista me impone. No he tenido otra pretensión, a lo largo de mi vida profesional, que defender la vigencia de nuestra Norma Fundamental, que limita, como es bien sabido, el poder de las mayorías parlamentarias, y así lo seguiré haciendo, pese a los insultos que por ello reciba».
Vaya para él mi elogio, que se suma al dirigido en su día a Encarnación Roca (ver entrada “Elogio de Encarnación Roca Trías”) de la que dije que “en definitiva, María Encarnación Roca Trías con su voto ha apostado, contra viento y marea y de manera individual, por la Constitución y por la Ley y, por ende, por la Democracia y eso en este blog siempre será digno de elogio e imitación porque la salvaguarda de nuestra Democracia y de nuestro Estado de Derecho está en las manos individuales de cada uno de nosotros”. Lo mismo puedo decir ahora de Manual Aragón Reyes, destacando dos cosas (i) que nada podrían contra los ciudadanos los partidos políticos si las personas que ostentan cada cargo y función en la Administración del Estado, con independencia de que hayan sido designadas por ellos o no, cumplen con sus respectivas obligaciones y trabajan con criterio e independencia, y (ii) la vieja frase de Ovidio, resucitada después por Descartes, “vive bien quien bien se oculta” (“Bene vixit, qui bene latuit”), porque no es tiempo de permanecer ocultos sino de dar la cara por nosotros mismos y por los demás, porque si cae España, caemos TODOS.