El Estado un año más adelanta los Reyes Magos colocándole al Sector Privado un sinfín de nuevos impuestos, subidas generalizadas y nuevas obligaciones en prácticamente todo lo necesario para vivir (¿para cuándo una tasa por aire inspirado?, se pregunta uno). Por supuesto, los gravámenes extraordinarios a la Banca, a las Energéticas y a las supuestas grandes fortunas han venido para quedarse. Lo que el viento se lleva son las rebajas a la fiscalidad tanto de la energía como de la alimentación. Además, todos nos veremos más gravados por la sangrante cotización por trabajar. La de los autónomos fluctuará entre los 225 y los 530€ y para ellos se añade la obligación de declarar por el IRPF independientemente de lo que hayas ganado. La de los trabajadores subirá un 5%. A todos se les sumará la sobrecotización por el MEI que se va al 0,7% (el empresario se come el 0,58%, pero el autónomo se la traga enterita).
¡Cuánta alegría! ¡Pero esto no es todo amigos! El 24 trae también subidas en las tarifas de Correos, peajes, telecomunicaciones, gas y electricidad y el regreso de la obligación de presentar el IRPF por medios electrónicos desoyendo nuevamente a los tribunales con la torticera coletilla ‘siempre que la administración tributaria asegure la atención personalizada para presentar el modelo’. Nuevas obligaciones informativas para las operaciones con criptomonedas y para las plataformas, como Wallapop o Vinted, que deberán señalar a la AEAT a todos los usuarios que hagan más de 30 operaciones o muevan más de 2.000€ en ventas. El Terror Fiscal funciona: ha logrado 100.000M€ adicionales de recaudación impositiva en el último trienio. Por eso cada vez es más difícil llegar a fin de mes, porque este exagerado latrocinio merma, y mucho, tú poder adquisitivo, aunque el gobierno juegue al despiste señalando como culpables a las empresas, los agricultores, los hipermercados… ¡La PPSOE te engaña!
No contentos con todo eso, acabamos de conocer que del maná de los Fondos Europeos para España en el marco del ‘Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia’ se está ejecutando muy poco (el 45% de lo recibido en el 21, el 39% en el 22 y el 25% en el 23, siempre en números redondos). Por si fuera poco, dichos fondos lejos de destinarse a desarrollar y estimular el tejido productivo y empresarial de España muy deteriorado gracias al innecesario cierre total impuesto durante la pandemia, publicitando que existen más de 500.000 proyectos financiados y una inversión de más de 30.000M€ en licitaciones ya resueltas, ahora sabemos entre los 100 mayores beneficiarios de los Fondos NEXTGEN de la UE –una parte del total- el 88% del reparto ha recaído en el Sector Público con cerca de 4.450M€ frente a los 662M€ que acabaron en manos de compañías privadas (los NEXTGEN han repartido 5.100M€ de los 37.000M€ recibidos por el conjunto del Plan hasta el momento). Entre esos ‘beneficiarios públicos’ encontramos a AVE-Alta Velocidad (filial de ADIF, con 1.602M€), a Infraestructuras Ferroviarias (952M€), al Ministerio de Transportes (307M€), al INCIBE (171M€), a la EMT de Madrid (163M€), a la Cámara Oficial de Comercio de España (120M€) o a la Autoridad Portuaria de La Coruña (107M€). Los tres mayores ‘beneficiarios privados’ son Power Holdco Spain (97M€), Mercedes Benz (55M€) y Rail & Truck (45M€). Saquen sus propias conclusiones.
Muy poca inversión productiva y muchos fondos para reforzar las ganancias de los imperantes y su séquito, así como el control que las innumerables Administraciones ejercen sobre los ciudadanos. Con gastos tan innecesarios como esos más de 400M€ destinados a 30 Ayuntamientos para implantar las ZBE o con los 24.500M€ que llegarán globalmente a las CCAA en su conjunto, aunque un 19% se lo adjudicarán a Cataluña como precio político por la ‘gobernabilidad del estado’. Querido compatriota, ¡la que te roba es la PPSOE!