Las conocidas como ‘Las viudas de Orcasitas’ denuncian la persecución que están sufriendo por parte de la TGSS para que devuelvan el llamado complemento de mínimos de la pensión de viudedad por haberse beneficiado de unas subvenciones que, además, nunca llegaron a sus bolsillos, al tratarse de unas ayudas para la rehabilitación de los edificios en los que viven que fueron tramitadas, en su día, por la Comunidad de Propietarios (CP).
Su reparto a prorrata y su inclusión en el IRPF ha generado, a los ojos de la Administración, una ganancia patrimonial que, para la TGSS, conlleva la pérdida y devolución de ese complemento de mínimos de la pensión de viudedad por el que les reclaman hasta 6.000€. Para más inri, existen sentencias que señalan que no procede tal reclamación, algo que no ha impedido que la Administración siga adelante con sus reclamaciones. Existen casos por toda España y, a su decir, sentencias contrarias en Extremadura, en Asturias y en otras provincias. Dichas subvenciones iban destinadas a la CP, aunque los vecinos tenían la obligación de incluirlas en sus respectivos IRPF y así lo hicieron. Lo que ocurre ahora es que la TGSS las considera una ganancia patrimonial que les cierra el derecho a ese complemento o, en otros casos, al IMV, exigiéndoles también la devolución del último año (las últimas 14 pagas).
Todos presentaron alegaciones, pero la Administración «jamás ha contestado« -¡siempre tan majos!- y se limita a enviar la Carta de Pago que algunos vecinos, por miedo, han abonado. Otros no pueden y la TGSS les ofrece ir descontándoselo mes a mes de su pensión haciéndoles más vulnerables que a cualquier economía media que no tiene dichos complementos y que, lógicamente, tampoco tendría que devolverlos por cobrar una subvención. Además, también han sufrido otros recortes entrando en el copago de las medicinas o quedándose fuera de la ayuda a domicilio o en otras edades de las becas de estudio.
Todos denuncian una situación de abandono por las Administraciones Públicas. La AEAT les contestó a los 8 meses diciendo que los fondos Next Generation no tienen fiscalidad y que el resto de los impuestos son necesarios precisamente para poder darnos esas ayudas. Moncloa no contesta y la TGSS le pasa la patata caliente a la AEAT que será la que está ejecutando sus propias órdenes.
El gobierno presume de ayudas, pero muchas de estas vienen envenenadas y hay que tener mucho cuidadito con su letra pequeña. Los fondos Next Generation no tienen fiscalidad, lógicamente, pero eso no ocurre en España con muchas subvenciones que pueden contaminar el resto de tus rentas y darte un disgusto fiscal. En este caso al disgusto fiscal se une la exclusión de otras ayudas para estudios, medicinas… Algo que no tiene sentido ya que debería atenderse a la finalidad de cada ayuda antes de gravarla con impuestos y de contabilizarla como renta. Otro ejemplo más para que tomen conciencia de que lo del gobierno solo es propaganda.