Los Frugales imponen su criterio en el Acuerdo alcanzado hoy en el seno de la UE. De la Propuesta Inicial (750.000M€ en ayudas a razón de 500.000M€ a fondo perdido y el resto en préstamos) se ha llegado a algo radicalmente distinto: 750.000M€ a razón de 390.000 a fondo perdido pero condicionados y 360.000M€ en préstamos también sometidos a condicionalidad. Además, Los Frugales rebajan su contribución al Presupuesto de la UE que se reduce (el presupuesto plurianual 2021-2027 quedará rebajado a 1,074B€) con lo que los países que más contribuyen gozarán de un importante descuento en su aportación anual al mismo mientras países como España seguramente tendrán que aumentar su contribución o ver reducidas sus prestaciones (como la PAC que podría reducirse en un 10%) lo que, en el fondo, supone reducir aún más esas ayudas globales.
Toda esta operación se concentra en el Fondo de Recuperación y Resistencia, destinado a financiar reformas e inversiones, que movilizará casi el 90% de los recursos (unos 672.500M€) mientras otros se ven recortados (el de Ciencia Horizonte Europa pasa de 13.500 a 5.000M€; el Invest EU, de 30.300 millones a 5.600M€; el Fondo de Transición Justa para el Clima pasa de 30.000 a 10.000M€) y mientras otros más, como el Instrumento de Solvencia para Empresas, directamente desaparecen.
La Condicionalidad se dispara por cuanto el Acuerdo obliga a los países a aprobar internamente sus Planes de Reformas e Inversiones para remitirlos después a la Comisión donde tendrán que ser aprobados por una mayoría cualificada de los Veintisiete antes de autorizar el desembolso de cada tramo de ayuda e incluso en ese momento si un solo país tiene dudas acerca de dicho plan podrá elevar la cuestión al Consejo Europeo con lo que dicho pago quedará congelado hasta su aprobación por la mayoría de líderes europeos. No es un veto, pero casi. Con todo, a partir de ahora y hasta 2024 las políticas que quiera aprobar España deberán estar perfectamente alineadas con las recomendaciones anuales de la Comisión Europea con lo que afortunadamente el margen político del Desgobierno Comunista se reduce en gran medida y no podrá anular las medidas auspiciadas por Europa durante el Gobierno Rajoy. Finalmente, se introduce por primera vez la condicionalidad ligada al Estado de Derecho, algo que en España viene siendo cada día más necesario, y se persigue que un 30% de ese fondo de recuperación tenga en cuenta los objetivos climáticos de la UE.
El plazo final para la devolución de esos préstamos se fija en 2059 y España no podrá contar para ello con los tres nuevos impuestos cuya preparación lleva fraguándose meses (el impuesto al plástico no reutilizable, la “tasa google” y la “tasa tobin”) porque los mismos acabarán íntegramente en el bolsillo de la UE. Con todo, los Recortes están servidos. Lo más cierto es que el conjunto del plan no cubre las necesidades financieras de una España al borde del colapso por la nefasta gestión de la COVID-19 que se tendrá que enfrentar más pronto que tarde a grandes recortes empezando por el Sistema de Pensiones (mientras la AIREF quiere cargarse las ventajas fiscales de los Planes de Pensiones). Esto que constituiría en cualquier país decente una gran oportunidad para sanear y reducir la Administración en su conjunto, porque la crisis que vivimos es una crisis de Administración que consume ingentes recursos y que a la hora de la verdad no responde a la Sociedad que la sufraga, seguramente vaya por otros derroteros, como la subida indiscriminada de impuestos, que deje al país definitivamente arruinado al final de esta legislatura.