Hace unos días desgranaba, en este mismo blog, desde un punto de vista jurídico, el no al indulto de los políticos golpistas catalanes presos por unos delitos de lesa patria, convenientemente rebajados por un Tribunal Supremo -vía “ensoñación”, para hacernos ver sedición donde todos veíamos rebelión- que, ahora y afortunadamente, pone límites y se rebela ahora ante el mercadeo que se está haciendo con la Justicia en la almoneda de la política de un PPSOE cuya desvergüenza no los conoce. Se trata del precio que debemos pagar todos para que unos pocos –el PPSOE- se mantengan en el poder mientras los medios, siempre al son del gobierno, nos venden concordia contra venganza, como si el indulto fuera lo uno y el Estado de Derecho lo otro. Nada más falso.
Cada sábado espero cuán caramelo la columna de Gregorio Morán en el digital Vozpópuli.com y ayer disfruté de lo lindo leyendo y releyendo un artículo (https://www.vozpopuli.com/opinion/indultos-sanson-y-los-filisteos.html) en el que, sobre este asunto tan particular y como testigo –porque vive y escribe en Barcelona-, describe con precisión las causas y los efectos de todos estos años de independentismo y las causas y los efectos de un indulto que por anunciado no deja de ser ignominioso. Y dice así (sic): “…Parece una competición de filisteos tratando de emular al gran Sansón, inigualable en su arrogancia de plastilina. Concordia frente a venganza no es una frase sino una provocación para quienes en Cataluña viven cotidianamente una concordia acosada en una cotidianeidad de ciudadanos de segunda, sufridores de una venganza xenófoba y clasista. Porque es verdad que hay indultos que ayudan a cerrar heridas, pero hay otros que no son más que la intención de asegurar tu propia voluntad en detrimento de la mayoría sufridora. Si usted indulta a un reo que no quiere el indulto y que promete volver a cometer el mismo delito, o una de dos, o se está carcajeando por tu fragilidad o ha pactado cómo seguir cada uno en lo suyo: uno chantajeando al frágil y el otro barnizando los trágalas con palabras vacías. Patético truco de trilero: si usted indulta a los imputados por el pronunciamiento, ¿cómo tiene la desfachatez de asegurar que quiere juzgar a Puigdemont? Haciéndose trampas al solitario no se puede pedir que además aplaudamos la audacia. No es cierto que el independentismo en Cataluña sea la mitad de la población si uno juega limpio y cuenta la estratosférica abstención. Y aunque lo fuera, que no es el caso, hay derechos que se conculcan día tras día. No es la torpeza y la incapacidad de Mariano Rajoy quienes crearon el independentismo sino la impunidad de quienes, emponzoñados en esa mafia blanca, gobernaron durante varias décadas y lo coparon todo ante una población abducida y unos poderes sumisos por corruptos”. Más claro, el agua.
Paralelamente, la poliédrica moneda de este Desgobierno Frankenstein tiene otras caras igual de insidiosas con el único objetivo de mantenerse en el poder: la cesión de la gestión penitenciaria al País Vasco y el acercamiento/excarcelación de muchos asesinos etarras. Estos pagos tampoco son por la concordia y atentan igualmente contra la misma desde el mismo momento que se conceden a los que precisamente ya atentaron contra ella concediéndoles el beneficio de la duda para unos actos execrables que no sólo exigen la derrota de sus autores –porque no se trata de una competición deportiva entre caballeros que admitirían y aceptarían honestamente su derrota- sino su completa destrucción si queremos garantizar una concordia real entre todos los españoles al margen de estas mafias que, no superando nunca el 25% de la población de esos territorios españoles, quieren imponer su voluntad por la fuerza. Y a esa pretensión, todos debemos decir contindentemente NO, NO y NO.