El Tribunal de Cuentas es el gran órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica-financiera de todo el Sector Público, del Estado y de las CCAA, partidos políticos incluidos, y sus competencias derivan tanto de la propia Constitución Española como de la LO 2/1982 del Tribunal de Cuentas (LOTCU) y de la Ley 7/1988 de Funcionamiento del Tribunal (LFTCU). Sus Consejeros son designados para un mandato de 9 años por las Cortes Generales (seis cada uno, Congreso y Senado), mediante votación por mayoría de 3/5 de cada Cámara. Todos ellos deben tener reconocida competencia y más de 15 años de ejercicio profesional y son independientes e inamovibles, salvo en los supuestos de cese por incapacidad, incompatibilidad o responsabilidad disciplinaria en los términos previstos en la LOTCU.
Sin embargo, ahora, los medios denuncian que la nueva presidenta del TCU, Enriqueta Chicano, nombrada tras el acuerdo de la PPSOE del pasado mes de noviembre para su renovación (como sucederá pronto en el CGPJ) está realizando una «purga» en el mismo con más de 70 ceses en las últimas semanas que huele muy mal. Apuntan que «desde noviembre se ha cesado a un 10% de la plantilla, principalmente a los auditores y letrados encargados de las fiscalizaciones. Los funcionarios más afectados por la purga son los de los Cuerpos de otras Administraciones que trabajan en el Tribunal de Cuentas y entre los que existe una gran indignación. Algunos departamentos han sido reestructurados al 90% y se ha eliminado uno, pasando de 7 a 6 con el objetivo de concentrar todo el poder. También se ha cesado a personal de confianza» con lo que ahora «el PSOE pasa a controlar en el tribunal la cuenta General del Estado, es decir la del Gobierno de Pedro Sánchez. También la Seguridad Social, los Ministerios económicos y se ha creado un súper departamento de Presidencia de Fiscalización que está en manos de la otra consejera que ha mantenido el PSOE, Dolores Genaro. Además, la fiscalización de las Comunidades Autónomas ha quedado en manos del consejero propuesto por Podemos Luis Antonio de Padua Ortiz de Mendivil Zorrilla«.
Ese pacto PPSOE trajo consigo la renovación de 10 de los 12 Consejeros, saliendo los 7 consejeros que propuso el PP en la anterior renovación, 2 de los 4 que propuso el PSOE y la vacante de otro consejero socialista. Con todo, las únicas consejeras “vivas” son Enriqueta Chicano (nueva presidenta) y Dolores Genaro (Presidencia de Fiscalización), ambas propuestas por el PSOE. Ese pacto PPSOE casualmente llegó cuando la anterior presidenta, Margarita Mariscal de Gante (otrora ministra de Justicia con Aznar) iba a enjuiciar el “Caso del 1-O y su acción exterior«, tras tumbar los avales presentados por la Generalidad de Cataluña para liberar a los golpistas acusados de malversación.
El Pacto de la PPSOE para desactivar al Tribunal de Cuentas a favor únicamente de sus intereses, por más que además favorezca a los golpistas catalanes socios del Desgobierno Comunista, pone de manifiesto como pocas veces la realidad de las cloacas del Estado en manos siempre de una PPSOE que constituye, sin ninguna duda, el auténtico freno para que España pueda salir adelante en este Siglo XXI como una auténtica Democracia y como un auténtico Estado de Derecho. Si votas PPSOE estarás perdido y contigo todos los demás.