La agrupación de electores que barrió a los partidos tradicionales –a la PPSOE– en los comicios autonómicos del pasado 13-F, logrando tres procuradores que suponen la mayoría absoluta en la Provincia de Soria que elige a 5 procuradores en las Cortes de Castilla y León, apenas un mes después ya se ha atascado en su estrategia general de conseguir inversiones para Soria al margen de las ideologías –o eso es lo que algunos habíamos entendido- cuando antes de que se constituya siquiera el gobierno regional (que sólo puede salir de la suma del PP con VOX) decide apostar por la presidencia de las Cortes para un PSOE que no le puede aportar nada a Soria desde Castilla y León. En consecuencia y dígase lo que se diga, está anteponiendo a sus intereses la ideología y, además, está entrando en el juego de una PPSOE que sólo piensa en destruirles.
Las Cortes de Castilla y León cuentan con 81 procuradores por lo que la mayoría absoluta necesaria para conformar un gobierno sólido está en 41. Esos 41 procuradores son los que debe sumar, en la primera votación, el candidato del PP (31) que aspira a ser el presidente de Castilla y León. Sin embargo, el PP teme el sorpasso de VOX (13) a corto plazo en todos los territorios por lo que se niega a darles carta de naturaleza en Castilla y León pactando un programa de coalición de gobierno. No obstante y a pesar de las declaraciones Feijóo pidiendo a Sánchez que les deje gobernar en solitario con su abstención, en el PP son bien conscientes de que, por una parte, el PSOE (28) también podría aprovechar esa mayoría simple, que se requiere a partir de esa primera votación que requiere de la absoluta, para gobernar en minoría con los votos de PODEMOS (1) y de Soria ¡Ya! (3), superando al PP, y, por otra, que tal abstención abriría definitivamente los ojos al votante de centro derecha acerca de la auténtica realidad de la PPSOE lo que, en la práctica, garantizaría el sorpasso de VOX en las próximas convocatorias electorales mientras que tal maniobra tampoco les garantizaría un gobierno estable en Castilla y León, motivo por el que hoy mismo ya han cedido a todas las peticiones de VOX firmando un pacto de gobierno que garantiza la gobernabilidad de Mañueco.
Además de todo lo anterior, el movimiento ideológico de Soria ¡Ya! contrasta con la decisión de la veterana UPL que ya ha anunciado que se abstendrá en la votación, decidida a apostar por el gobierno que finalmente se forme sea el que sea, a cambio lógicamente de cositas para León, consciente de que, al final, el PP tendrá que pasar por lo que VOX le pide, que no sólo es muy razonable, sino que también apuesta por las provincias más pequeñas como Soria. Frente a esta realidad, la novata Soria ¡Ya! Se ha permitido declarar que «las posibilidades de pacto con el PP están muy alejadas» en lugar de reiterar, por activa y por pasiva, que ellos lo único que quieren es hablar de su libro con el gobierno que al final se conforme. Y punto. La postura explicitada, para más inri, les enemista con la PPSOE, por lo que sólo puede calificarse de irracional e inoportuna.
Desconozco la lectura que, en el seno de la agrupación de electores, han hecho de su magnífica victoria en las Elecciones Autonómicas del 13-F, pero a mi entender la situación es la siguiente: (i) es fruto del hartazgo de los electores sorianos hacia una PPSOE que les viene engañando, con la ideología como trampantojo, de forma inveterada desde el inicio de la Democracia, por lo que sumarse a cualquiera de sus componentes, PP o PSOE, supondría el principio del fin para este “movimiento”; (ii) su victoria les sitúa, lo quieran o no, en frente de esa PPSOE que quiere gobernar en todos y cada uno de los territorios de España, por lo que si creen que a la larga van a permitir la cohabitación se equivocan: les torpedearán de forma subliminal desde un principio buscando su destrucción; (iii) su futuro pasa realmente por consolidarse territorialmente y gobernar la provincia de Soria demostrando que hay otra forma de hacer las cosas, además de reivindicar y conseguir cositas para Soria, apoyando a los gobiernos de instancias superiores al margen de su color político. Cualquier otra cosa fuera de esas tres ideas fundamentales, devolverá paulatinamente los “votos prestados” a la agrupación de electores porque para hacer lo mismo que la PPSOE, la gente se queda con la marca de toda la vida.