Una reciente sentencia absuelve al autor Ildefonso Falcones y a su esposa, para los que el MF pedía hasta nueve años de cárcel por un supuesto delito contra la Hacienda Pública, al concluir el juez que, en la causa, no existían pruebas suficientes como para considerar que los contratos de cesión de los derechos de autor a distintas sociedades fueran “simulados”, por lo que procede la absolución en virtud del principio in dubio pro reo. La sentencia puede ser recurrida. Además, el juez, a pesar de la absolución, destaca que en el caso analizado resulta “evidente” que el objetivo de la estructura empresarial creada en el extranjero por el hermano del autor (el abogado Rafael Falcones ya fallecido) era “ocultar la verdadera titularidad de la explotación de los derechos de autor” para lo que ideó “una trama de sociedades en el extranjero” con el objetivo de “evadir el pago de impuestos”.
El caso arranca en 2004 cuando el escritor cedió los derechos de la novela “El Bastaixo” al despacho de su hermano por apenas 3.000€ mientras, al día siguiente, dicho bufete firmó un contrato con la editorial RANDOM HOUSE por el que le vendía dicha novela más el compromiso de publicar, en un plazo de diez meses, otra que acabaría llamándose “La catedral del mar” y que resultó ser un pelotazo editorial. Para el MF, el autor tenía la información de que la obra sería distribuida y publicitada al máximo por la editorial por lo que cedió los derechos a los solos efectos de eludir el pago de impuestos. Así, por haber defraudado 700.000€ a la Hacienda Pública, entre 2009 y 2010, gracias a la creación de una estructura de empresas en países de escasa tributación como Irlanda, Chipre y la República Dominicana, por donde transitaron los rendimientos de sus tres primeras novelas (La catedral del mar, La mano de Fátima y La reina descalza), el MF le pedía 9 años de cárcel y una cuantiosa multa.
En su defensa, el autor y su esposa se limitaron a atribuir al hermano de éste la creación de todo el entramado como dueño de los derechos de autor y el juez, en su sentencia absolutoria, hace hincapié en que resulta totalmente absurdo pensar que el acusado pudiera prever el tremendo éxito de “La catedral del mar” y de las otras novelas que la siguieron y que sumarían más de diez millones de ejemplares vendidos, cuando dicha obra antes había sido rechazada por varias editoriales y cuando la propia RANDOM HOUSE entendió que la misma, tal y como la había presentado inicialmente el autor, “no era apta para publicarse, por su extensión, por la focalización en personajes secundarios, etcétera”, por lo que fue necesario un arduo trabajo de edición hasta que la obra fue finalmente publicada en 2006. Por todo ello y por la falta de prueba en sentido contrario por parte de la AEAT, el juez entiende que no se puede sostener con lógica el móvil del fraude y de la simulación imputada lo que le lleva a concluir que no se ha conseguido superar la presunción de inocencia de los acusados por lo que procede su absolución.
Esta es una muestra más del Terror Fiscal que impera cada día más en nuestro país -como si las ingentes multas que impone la AEAT no metieran el suficiente miedo- al criminalizar operaciones mercantiles legales aplicando la normativa vigente que de no querer que se realicen bastaría con modificar la normativa sobre cesión de derechos de autor para que fuera siempre el autor persona física el que recibiera de una forma u otra los rendimientos de su obra. Eso no lo hacemos -porque deslocalizaría a esos autores- pero entonces nos dedicamos a perseguirlos declarando su culpabilidad sin ninguna prueba. Terror Fiscal puro y duro.