ECOEMBES, la entidad sin ánimo de lucro que realiza el reciclaje de envases y cartones en España, se enfrenta a una liquidación de la AEAT por el IS de los ejercicios 2013 a 2016 por importe de 21,5M€ a consecuencia de una diferencia de criterios respecto al tratamiento contable de la periodificación del impuesto y está dispuesta a dar la batalla legal.
Según ECOEMBES, la compañía está contabilizando de forma correcta los excesos de las aportaciones de sus socios para sufragar los gastos de la recogida selectiva de la basura que pueden existir en un periodo concreto empero que afectán a ejercicios posteriores y todo ello para mantener un equilibrio financiero al que están legalmente obligados los Sistemas Integrados de Gestión. Sin embargo, la Agencia Tributaria (que siempre persigue lo mismo: una mayor cuota de impuesto o una anticipación del mismo como en este caso) exige 18,3M€ de cuota más 3,2M€ de intereses siguiendo su propia interpretación del criterio de imputación de dichas aportaciones aunque, eso sí, esta vez no se ha atrevido a calificar dicha conducta como culpable -como hace casi siempre también- y, en este caso, no exige ninguna sanción.
ECOEMBES, por su parte, destaca cómo se trata de una organización sin ánimo de lucro que se financia con las aportaciones de las empresas de envases, comercio y distribución, las que venden precisamente los productos envasados, y con ese dinero pagan a los Ayuntamientos por los deshechos recogidos que luego revenden a las plantas de reciclaje. En ese sentido, defiende que “el criterio contable seguido en relación con la anteriormente mencionada cuenta de periodificación se ha mantenido coherente en todo momento con lo indicado por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas y ha sido objeto de revisión por los diferentes auditores de cuentas que han Auditado las Cuentas Anuales de la Sociedad sin formular salvedad alguna sobre este particular” por lo que rechaza la necesidad de realizar ninguna provisión en sus cuentas para afrontar dicha liquidación. No deja de ser curioso que varios auditores distintos coincidan en la bondad del criterio aplicado por la compañía de acuerdo con las normas técnicas contables del ICAC frente a una única opinión contraria la de la AEAT que siempre quiere más o quiere antes.
ECOEMBES facturó el año pasado 642M€ y recientemente se ha creado entorno a la misma una polémica tanto por la creciente subida en la remuneración de su cúpula directiva (un 42% más en los últimos cuatro años, dedicando a ese capítulo un total de 2,29M€) como por los comentarios realizados por la fundación inglesa Changing Markets en el sentido de que la compañía está frenando la implementación de un nuevo sistema de retorno ralentizando con ello la lucha contra los plásticos de un sólo uso. Por contra, la compañía se defiende destacando como ese sistema es mucho más caro que el actual y que su implantación obligaría a subir el precio de los productos envasados en plena crisis por el coronavirus chino.
Con todo, lo importante, a mi juicio, es la imperiosa necesidad de una jurisdicción especializada en derecho tributario, dentro o fuera de la jurisdicción Contencioso-Administrativa que es la que se ocupa de este tipo de asuntos actualmente, que permita la especialización de los jueces en la siempre complicada normativa tributaria para que los administrados se puedan defender con la norma en la mano ya que en la mayoría de los casos la falta de especialización hace que el “juzgador confíe en el buen hacer de la AEAT” («largo me lo fíais amigo Sancho» que dijo El Quijote) poniendo resoluciones que nada tienen que ver ni con la normativa vigente ni con la técnica tributaria, extremo que, sin duda, está aprovechando tanto la AEAT como el resto de organismos recaudadores de las distintas Administraciones Públicas para exaccionar dineros a todos los administrados a sabiendas de que no pueden contar con el Poder Judicial para frenar las continuas extralimitaciones de todas esas AAPP que, poco a poco, están creando un auténtico terror fiscal en España que, por otra parte, también constituye uno de los factores en el camino hacia la Dictablanda que no nos cansaremos de denunciar en este blog.