No es la primera vez que en este blog defendemos la necesidad de una nueva Ley de Maternidad Subrogada, casi mejor que una reforma de la actual Ley sobre Técnicas de Reproducción Asistida (LTRA), extremo que se ha vuelto a poner de relieve con el curioso y mediático caso de la separación de Miguel Bosé y de las consecuencias que la misma ha tenido sobre los cuatro hijos, consanguíneos dos a dos, que mantenía con su pareja Nacho Palau.
La pareja convivió durante más de 20 años sin que “se supiera oficialmente” y tenían cuatro hijos nacidos en USA mediante gestación subrogada, lo que popularmente se conoce como “vientre de alquiler”, técnica que implica que una mujer se embaraza y gesta un bebé para terceros. Lo que ha ocurrido en este caso es que dos de esos niños son hijos biológicos de Miguel Bosé mientras que los otros dos son hijos biológicos de Nacho Palau. Este último, a raíz de la separación de la pareja, demandó en España a Miguel Bosé con la pretensión de solicitar una misma filiación para los cuatro menores a fin de que los niños volvieran a vivir juntos como hermanos, tal y como habían hecho durante casi toda su vida.
Sin embargo, una reciente sentencia de un Juzgado de 1ª Instancia de Madrid acaba de rechazar dicha demanda en la que en el fondo se solicitaba una misma filiación para los cuatro menores, para que fueran considerados hermanos a efectos legales. La desestimación de la demanda, sin embargo, viene, porque a pesar de reconocer que el propósito de la expareja fue el “tener hijos para fundar una única familia en la que los hijos serían hermanos y ambos serían padres”, la actual LTRA, en su Art. 10, establece que esos contratos de gestación subrogada son nulos en España y que la filiación de los hijos se determina por el parto, por lo que “no permite efectuar formalmente la declaración de filiación solicitada” porque ni son hermanos entre ellos ni tienen el mismo padre biológico.
La gestación subrogada se realizó, en este caso, en USA y la inscripción en el Registro Civil español requiere de una sentencia judicial de USA en la que se manifiesta que ni se coaccionó a la madre ni hay riesgo de tráfico. Sin embargo, esas respectivas sentencias señalaron a cada uno de los miembros de la pareja como padre biológico de una de las parejas de mellizos por lo que los cuatro menores han sido siempre hermanos de hecho, pero no de derecho y no se puede legalmente instar esa filiación porque en España no existe reconocimiento de parentesco por convivencia. La decisión tomada en su momento de inscribirse, tanto en USA como en España, cada uno como padre biológico exclusivamente de una de las parejas de mellizos, unido al hecho de que posteriormente tampoco procedieran a adoptar legalmente a los otros dos menores, determina que, en realidad, se trate de dos familias monoparentales distintas que conviven juntas.
La realidad jurídica actual para ese tipo de casos USA, es que la DGRN emitió en 2010 una Instrucción, en línea con la doctrina desarrollada por el TEDH, por la que si un menor se considera hijo de unos padres en un país, esta realidad no puede cambiar ni, en consecuencia, podrá dejar de tenerlos en otro teniendo “derecho a conservar su identidad por encima de las fronteras y esto prevalece incluso sobre un contrato de gestación subrogada” pero, en este caso, no se inscribieron en USA los dos como padres de los cuatro menores sino que lo hicieron dos a dos por lo que el asunto en España, a pesar de la intención de Palau de seguir litigando, tiene poco recorrido a salvo del Derecho de Visita del allegado (el CC reconoce el derecho de visita de abuelos o allegados que se extiende a los miembros de parejas que han estado mucho tiempo conviviendo con hijos del otro) pero legalmente resulta ahora mismo imposible el reconocimiento de la filiación cruzada que pretende el demandante ni, por tanto, el establecimiento de una pensión a favor de los hijos del mismo, extremo que vuelve a poner de manifiesto la necesidad de una nueva LTRA que reconozca como técnica válida en España a la maternidad subrogada y ponga un poco de cordura e inteligencia a todo este asunto.