Tras el penúltimo trámite para que vea la luz la nueva Ley de Libertad Sexual (la del “sólo sí es sí”) con su Vº Bº en el Congreso, la nueva norma va tomando forma y presenta demasiados puntos calientes como los que destacamos a continuación:
1º/ Respecto del Consentimiento: La futura nueva ley pretende modificar el 178 CP estableciendo que «sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona» de ahí lo del “sólo sí es sí” aunque de su lectura se desprende sólo una cosa: inseguridad para los ciudadanos e inseguridad para los jueces.
2º/ Respecto de los Delitos contra la Libertad Sexual: La nueva ley dispondrá que todos los actos «que atenten contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento» serán considerados agresión lo que supone meter en un mismo cajón conductas muy distintas lo que provocará que los delitos se agraven a la par que se agravan las penas. El autor irá a por todas porque va a pagar muy parecido por una conducta que por otra. Así, se rebajará la pena por violación que pasará de los 6/12 años de cárcel a 4/12 y lo mismo con los supuestos agravados que pasan de 5/10 a 2/8, cuando no medie violencia/intimidación, o, cuando sí que exista, pasarán de 12/15 a 7/15 (afectando a fenómenos in crescendo como las violaciones grupales). Asimismo, se catalogan como violencia sexual la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, el acoso con connotación sexual y la trata con fines de explotación sexual. Finalmente, también contempla que las «expresiones, comportamientos o proposiciones de carácter sexual que creen a la víctima una situación objetivamente humillante, hostil o intimidatoria«, tras su denuncia, se castiguen «con la pena de localización permanente de cinco a treinta días, siempre en domicilio diferente y alejado del de la víctima, o trabajos en beneficio de la comunidad de cinco a treinta días, o multa de uno a cuatro meses» y también quedará penada la difusión de fotografías y vídeos privados de contenido sexual, sin consentimiento, así como el compartir o reenviar los mismos.
3º/ Respecto de la “Formación” para todos: La nueva ley impondrá que «todos los niveles educativos» deberán incluir «contenidos sobre educación sexual e igualdad de género y educación afectivo-sexual para el alumnado apropiados en función de la edad» y también «sobre el uso adecuado y crítico de internet y las nuevas tecnologías, destinados a la sensibilización y prevención de las violencias sexuales y la protección de la privacidad«. Esa nueva formación con “perspectiva de género” alcanzará también a funcionarios, profesores, sanitarios, forenses, policías, militares, a todo el personal vinculado a la carrera judicial y fiscal y al conjunto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
4º/ Respecto de la Publicidad: La nueva ley considerará «ilícita» la publicidad que presente a la mujer «de forma vejatoria» utilizando «particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar» o que la presenten «asociada a comportamientos estereotipados» para, a su decir, evitar «las violencias» referenciadas en la no menos atroz Ley de Violencia de Género. En ese sentido, también la “formación” afectará a las plantillas del Sector, incluidos los planes de estudios relacionados con estas profesiones, llegando hasta los periodistas y comunicadores con el fin de capacitarles «para informar sobre las violencias sexuales con objetividad, sin estereotipos de género, con pleno respeto a la dignidad de las víctimas y su derecho a la libertad, el honor, la intimidad, la propia imagen y la protección de datos«.
En definitiva, “se nos viene la locura”, parafraseando a los periodistas más famosos de la NBA en España, con el mix de la futura Ley de Libertad Sexual y de la presente Ley de Violencia de Género, que han alterado ya los Derechos Fundamentales de todos los españoles al intentar consagrar el nuevo “Principio de Culpabilidad del Hombre” que pasa por encima de otros principios troncales como el de Igualdad o el de Presunción de Inocencia para ir a ninguna parte: porque todos esos delitos sexuales y de violencia intrafamiliar, muy apagados hasta ahora en España, se están disparando. Pasa un poco como con el tráfico: a mayor vigilancia y sanciones, más accidentes y más fallecimientos. Mejor nos iría apostando por la educación, tanto en casa como en el colegio, y por unos tipos penales claros y lógicos para reprimir las conductas realmente delictuosas y a sus autores probados. Lo demás, como de costumbre, son cuentos.