La AEAT -esa picadora de carne humana- había remitido miles de cartas a mujeres trabajadoras exigiendo la devolución de la Ayuda por Maternidad en el IRPF de 1.200€ por hijo alegando que, para las mujeres afectadas por un expediente de regulación de empleo durante la pandemia, esa deducción no era posible. Tras el escándalo, la AEAT acaba de dar marcha atrás y con la aprobación de una medida retroactiva va a paralizar tales reclamaciones para que ninguna madre que haya estado en ERTE a resultas de la crisis por el coronavirus chino tenga que devolver un solo euro de esa deducción por maternidad.
El Ministerio de Hacienda, en principio y sin ninguna reflexión previa, había lanzado una campaña contra dichas madres remitiendo miles de requerimientos, culpa ahora a la DGT que, en una consulta tributaria de 2013, señaló que para cobrar dicha deducción por maternidad era necesario que se «realice una actividad por cuenta propia o ajena«, por lo que atendida la realidad durante esos meses del COVID en que muchos de esos contratos se vieron suspendidos y acreditando que no existía tal actividad, para la AEAT no correspondía tal ayuda/deducción y de ahí los requerimiento de devolución discriminando entre los ERTE de suspensión y los de reducción de jornada ya que la reclamación de la AEAT se dirigía solo contra los primeros.
Afortunadamente para todas las madres en esa situación ¡los años electorales obran milagros! y ahora la Hacienda Pública Estatal –donde dije digo, digo diego- ha dado orden a todas sus delegaciones territoriales para que no remitan ningún requerimiento más en este sentido, asegurando que la situación no se volverá producir (i) porque impulsará un cambio legal con efecto retroactivo para garantizar a todas las madres que durante el COVID estuvieran en ERTE que no perderán su derecho a la deducción por maternidad, y (ii) porque en los PGE 2023 ya introdujo otro cambio legal, matizando los supuestos para acceder a la deducción por maternidad de ahora en adelante.
Un nuevo caso de rapiña impositiva –a la AEAT se le va la flapa cada vez más- frenado, esta vez, gracias a la cercanía de las elecciones, periodos a los que poco a poco se va reduciendo el respeto a los derechos y libertades individuales. ¡Tomen nota!