La Encuesta de Población Activa (EPA) de 2023 publicada por el INE no engaña: En España existen solo 17,6M de trabajadores que están sosteniendo, sobre sus hombros, a un país de 48M de habitantes. No parece la proporción más adecuada, ni tampoco parece muy sostenible. Esos 17,6M de trabajadores son la suma de los trabajadores por cuenta ajena (14,44M), más los autónomos empleadores (1M) y más los autónomos sin empleados (2,19M). El gobierno suele añadir a los empleados en el régimen del hogar (3,28M) para sumar esos 20,91M de cotizantes, pero estos últimos en realidad tienen una cotización reducida –que, sin embargo, devengará una pensión completa- y no suelen tributar por el IRPF, al situarse por debajo del mínimo.
El resto, directamente, no producen nada y viven a costa de los anteriores. Son los funcionarios y demás personal a sueldo de la Administración (3,59M), los jubilados y prejubilados (6,94), los otros pensionistas (1,76M), los incapacitados (0,89M), los estudiantes (3,35M), los menores de 16 años (7,26M), los parados (2,83M) y otros inactivos (0,49M).
Y todo ello a pesar de recoger la creación de 783.000 empleos –muchos de ellos públicos- durante el ejercicio 2023 que le llevó a marcar el récord de 21,25M de ocupados. Sin embargo, la tasa de desempleo sigue siendo brutal (11,76%), aunque sea la mejor desde el 2007. Esos datos se explican por las 589.600 personas que salieron de la inactividad durante 2023, dejando la tasa de actividad en el 58,99% de la población total. Para 2024, sin embargo, todo apunta a una desaceleración de la actividad económica por la incertidumbre que generan las medidas que perjudican los costes empresariales y la productividad, que afectarán negativamente al mercado laboral.
Un análisis en profundidad de la EPA pone de manifestó la inestabilidad de la pirámide poblacional española en la que un 36,71% de la población mantiene al 63,29% restante. Porque de los 21,25M de ocupados, solo los trabajadores por cuenta ajena y los autónomos son auténticos generadores de riqueza. El resto viven a costa del Erario Público que se nutre a costa de los impuestos que fundamentalmente pagan los primeros. Todas las personas ligadas al sector público, aunque también paguen impuestos, siempre están manejando dinero público que primero va a sus bolsillos, vía sueldos y salarios, pero que luego regresa en parte, vía impuestos, al mismo Erario Público del que salió. No se engañen. Así, el único dinero realmente nuevo que entra en el sistema cada ejercicio es el que proviene del sector privado. Un sector privado que la PPSOE se empeña en reducir por lo que cada año es menor con las consecuencias que ustedes ya se pueden imaginar.
Si tenemos un deposito cada vez más pequeño, ¿cuántos kilómetros creen que podremos andar? ¿Cómo de sostenible puede ser un sistema en el que existen más funcionarios que autónomos? ¿Cuánto tiempo se podremos mantener 8,70M de pensionistas? La respuesta es difícil de entrada, pero si la combinamos con una tasa de envejecimiento disparada, con la natalidad desplomada y con la próxima jubilación de la generación del baby boom, creo que tenemos la tormenta perfecta prácticamente encima de nosotros.
En este contexto, creo que el crecimiento del personal a sueldo de la Administración no solo no tiene ningún sentido, sino que a la larga será un lastre para todos nosotros. Necesitamos muchas cosas, pero una sin duda es trasvasar personal desde el sector público al sector privado, de lo contrario el sistema actual reventará. Al tiempo.