Un estudio publicado por el Banco de España confirma que los clientes al final no se han librado de pagar el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD) cuando solicitan al banco un préstamo para comprar una vivienda. Los bancos ya advirtieron que trasladarían el coste del tributo al precio y así lo han hecho, aunque con consecuencias desiguales para los distintos clientes y territorios.
En la historia reciente del AJD, en un entorno de euribor en mínimos históricos (lleva bajo cero desde 2015 y el mercado prevé que, tras la pandemia, siga así hasta 2031), éste pasó de cargarse a los clientes hipotecarios hasta que en octubre del 2018, tras una serie de Sentencias contradictorias del TS y un RD promulgado por el Desgobierno Comunista, se determinó que teóricamente lo pagaran los bancos. En ese periodo y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid varias CCAA –que lo tienen cedido- subieron los tipos (ahora se mueve entre el 0,75% de Madrid y el 1,5% de Cataluña).
En el estudio realizado ahora por el BDE se han establecido las siguientes conclusiones: “en primer lugar, después del cambio de política impositiva, el tipo de interés hipotecario promedio aumenta, en coherencia con un alto (pero incompleto) traspaso impositivo. En segundo lugar, existe una gran heterogeneidad en dicho traspaso: mayor para los prestatarios con ingresos más bajos, con menor número de relaciones crediticias, que no trabajan para el prestamista o que tienen menos bancos en su código postal. En tercer lugar, a pesar de que no hay variación en el tipo impositivo, el cambio en la política impositiva aumenta la asunción de riesgos por los bancos«.
Esto tiene que ver con que los bancos quieren para sus hipotecas clientes de rentas medias o altas porque consideran que con ellos la probabilidad de impago es menor y que, con sus posiciones en el banco, podrán obtener una mayor rentabilidad al poder venderles otros productos y servicios. Por ello, el AJD está penalizando en mayor medida y vía precio a las rentas más bajas y a la España vaciada que se enfrentan respectivamente a un problema de falta de capacidad de negociación y a un problema de falta de competencia. El estudio compara la evolución de los tipos de interés de las hipotecas en el País Vasco donde el AJD está exento si la hipoteca es para adquirir la vivienda habitual (que desvergüenza en otras CCAA en este caso) y observan como la tasa hipotecaria ha aumentado 10 puntos básicos, lo que supone el 80% del tributo. Además, observan que el traspaso del AJD favorece a las rentas más altas de las grandes ciudades donde el traspaso es más débil y, por lo tanto, existe una reducción relativa del traspaso del AJD que asumen al hipotecarse.
Nada nuevo bajo el sol. Otra medida de este Desgobierno Comunista que intenta siempre ganar el “relato” de su acción de gobierno pero que, una y otra vez, con dicha acción dificulta la vida de los más débiles que curiosamente se encuentran dentro de su base electoral. Toda una paradoja que les siguan votando.