La Sala III del TS acaba de sentenciar que la AEAT es la que tiene que demostrar el abuso en la aplicación de las exenciones sobre el IRNR y no el contribuyente, siguiendo la doctrina del TJUE que, en dos sentencias de 2017 y 2019, fijó la interpretación de la cláusula antiabuso que la Ley del IRNR contempla en su artículo 14.1.h. LIRNR. En el caso analizado, el TS desestima un recurso presentado por la Administración General del Estado contra una sentencia de la Audiencia Nacional (AN), de mayo de 2021, en la que daba la razón a una empresa que, en el año 2010, no había retenido en el IRNR al repartir un dividendo de 7M€ a su matriz residente en Luxemburgo por lo que fue inspeccionada por la AEAT y obligada a pagar, en 2014, 838.753,43€ (700.000€ de cuota más 138.753,43€ de intereses de demora).
El único motivo alegado por la AEAT fue la vulneración del 14.1.h LIRNR que señala las exenciones a las que pueden acogerse «los beneficios distribuidos por las sociedades filiales residentes en territorio español a sus sociedades matrices residentes en otros Estados miembros de la Unión Europea» porque, a decir de la AEAT, la empresa en cuestión no había demostrado que existieran motivos económicos válidos para constituir la matriz luxemburguesa. La AN, tras el recurso de la empresa, rechazó los postulados de la AEAT en una sentencia que ahora confirma el TS y que fija doctrina para casos similares. Para el TS, la AEAT utiliza una suerte de presunción de finalidad exclusivamente fiscal a la hora de juzgar las acciones de la empresa –de muchas empresas- con lo que en la práctica invierte la carga de la prueba al solicitar que sea el contribuyente el que tenga que demostrar los motivos económicos válidos que explicaran la constitución de una matriz en Luxemburgo cuando lo correcto sería que la propia AEAT demostrara, en cada caso, los presupuestos de aplicación de la cláusula antiabuso para poder aplicarla.
De un tiempo a esta parte, como repasamos en este blog, la Justicia está poniendo de relieve los continuos abusos cometidos por la AEAT sobre miles de contribuyentes a los que obliga a demostrar su propia inocencia conculcando los principios básicos de cualquier Estado de Derecho. No te dejes intimidar ante las prácticas mafiosas de la AEAT y recurre.