El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, acaba de afirmar con ocasión de la impuesta subida de cotizaciones sociales del 0,6% para 2022 -de las que el 0,5% será a cargo de la empresa y el resto del trabajador- que “todo el mundo tiene que entender que el Estado de Bienestar hay que pagarlo” y yo me pregunto ¿bienestar para quién? Porque no veo que la gente ate a los perros con longaniza.
La cosa no va de engordar la “hucha de las pensiones” para cuando lleguen las jubilaciones de los “baby boomers” (los 14M de personas nacidas entre el 58 y el 77) sino de negarse a reducir el disparatado Gasto Público como ha puesto de manifiesto el Gobernador del BDE, Pablo Hernández de Cos, señalando que todas las propuestas sobre pensiones del Desgobierno Comunista sólo aumentan el gasto. Asimismo, precisó que las reformas de las pensiones de 2011 y 2013 “servían para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema” empero las actuales propuestas sólo aumentarán el gasto si no se compensan con otras medidas entre las que sí podríamos colocar esta subida de las cotizaciones sociales. Sin embargo, el llamado “mecanismo de equidad intergeneracional” (MEI) -que vendría a sustituir al anterior “factor de sostenibilidad”- y que supone un incremento de las cotizaciones sociales del 0,6%, es otro timo más para poder seguir financiando estupideces con el dinero que necesitan las empresas y las familias para crear riqueza real y pretenden justificarlo con el peso sobre PIB de esas cotizaciones en la UE señalando como las mismas representan el 19% en Alemania y el 17% en Francia mientras, en España, están por debajo del 14%. No obstante ni miran luego el PIB de esos dos países ni el volumen de salarios por lo que es como comparar a un buen corredor popular con otro profesional. No hay color. No se pueden comparar.
Por eso mismo, el ministro se atrevió a decir una cosa y la contraria: (i) que esa subida del 0,6% será suficiente para cubrir el incremento de jubilaciones por el Baby Boom con las proyecciones de gasto de la Comisión Europea en la mano (“no se ha subido más porque no hace falta”), a sabiendas de que sólo recaudará una parte de lo que hará falta, para a continuación (ii) decir que no hay flagelarse innecesariamente ahora, ya lo revisaremos si llega el caso, a sabiendas de que llegará. Para rematar la labor sacó el trapo de la devolución diciendo que, si en 2032 –porque la subida se prevé inicialmente para 10 años-, se percibe un escenario mejor del previsto, el ahorro acumulado gracias a esta subida se podría devolver en forma de mayor pensión o de menor cotización.
Mentira tras mentira, la PPSOE no se molesta en plantear –como lo hemos hecho en este Blog- un sistema contributivo puro para que cada uno reciba en la medida de lo que cotiza con dos mecanismos añadidos: (i) un periodo transitorio que nos permita solucionar y enjugar los problemas del sistema actual y (ii) un fondo presupuestario para financiar todas aquellas pensiones no contributivas. Ahí está la lógica y la justicia. Lo demás son cuentos. El bienestar con este sistema sólo es para los políticos que pueden gastar y gastar…y colocar a todos los amiguetes. La solidaridad es sólo entre los partidos políticos porque para los que contribuyen de verdad, con el actual timosistema, siempre habrá menos de lo que pusieron.