Atentos al nuevo timo que planea el Desgobierno Comunista con el destope de las bases máximas de cotización de cara a la futura pensión porque la realidad es que lo único que se persigue es aumentar la recaudación por cotizaciones en unos 5.600M€ que se cobrarían de manera efectiva a partir de 2022 mientras, la futura pensión que se generaría en virtud de esos nuevos ingresos, es un futurible para nada asegurado. La primera razón para dudar de recuperar esas cotizaciones en forma de pensión reside en que el sistema está quebrado y, más pronto que tarde, explotará y, la segunda, es que ya hemos visto en el pasado como el gobierno de turno (la PPSOE) puede eliminar en todo o en parte la pensión que le correspondería a un ciudadano en función de sus cotizaciones con una nueva regulación que no respete los derechos adquiridos por los cotizantes (es el famoso «elija una» cuando se había cotizado para varias). Así que, teniendo claro que hay que ahorrar para la jubilación, también tenemos que tener claro que el ahorro vía Estado, vía cotizaciones, debe ser el mínimo obligatorio, aplicando el resto a través de los diversos instrumentos privados que existen para canalizarlo con mayor seguridad y rentabilidad. Por eso, ahora quieren destopar las pensiones, para superar esos mínimos obligatorios en todos los casos y ligar la cotización al rendimiento del trabajo sin garantizar luego una pensión en línea con lo cotizado. Un timo en toda regla.
El Desgobierno Comunista quiere disparar las cotizaciones para financiar el fondo de reserva de las pensiones y dentro de esa estrategia para capear la ruina del actual sistema de pensiones pretende destopar las bases máximas de cotización –que se toparon precisamente por no poder generar una pensión de acuerdo con las bases máximas de entonces- para lograr un automático incremento en la recaudación y todo porque no se quiere ir a un sistema de capitalización individual –único realmente viable- siguiendo lo que hacen los bancos con los distintos productos con que gestionan prestaciones para la jubilación. En definitiva, que el Desgobierno Comunista está haciendo la reforma del gatopardo con un nuevo periodo de cómputo para el cálculo de la pensión de jubilación, con el lanzamiento de planes de pensiones de empleo y con ese destope de las cotizaciones y todo ello para alimentar el agujero negro del sistema actual de pensiones que terminará colapsando, máxime en un entorno económico hostil como el actual.
Las bases máximas de cotización se sitúan, actualmente, en 4.070€/mes o 48.841€/año, quedando exento de cotización cualquier cantidad de salario por encima de la base máxima, por lo que al gobierno le interesa ese destope para que cotice todo el salario consiguiendo así aumentar los ingresos del sistema desde ya y aunque plantea un aumento proporcional de la pensión máxima para esos cotizantes (actualmente fijadas en 37.904€/año), no ofrece ninguna garantía sobre la misma. Políticamente, nos lo cuentan así: se «propone que la relación entre las bases máximas de cotización y la pensión máxima guarde equilibrio entre aportaciones realizadas y prestaciones percibidas para garantizar la contributividad, pero sin menoscabo de la dimensión solidaria del sistema” pero si ponemos eso en conexión con que «en el intervalo de 2010 a 2021 se ha llegado a observar una base de cotización máxima unos 11.000€ más elevada que la pensión máxima” lo que tenemos es un robo en cascada porque se supone que ya pagamos impuestos para redistribuir la riqueza mientras que las pensiones deberían responder unicamente al principio de proporcionalidad contributiva y queda claro que no se respeta y que parte de nuestra cotización volará hacia otras personas antes, durante y después de esta reforma y hasta que el sistema actual no cambie.
El Desgobierno Comunista, sin embargo, no bajaja ningún cambio y lo fia todo -como siempre- al aumento de los ingresos por cotizaciones para compensar el gasto creciente, el compromiso electoralista de revalorización por el IPC y el incremento exponencial en el número de jubilados que se espera para cuando el grueso de baby boomers se jubile a partir del 2022. Así, prevén un alza en los ingresos por cotizaciones a partir de 2022 del 9%, hasta 136.345M€, que, sin embargo, sigue quedando muy lejos del gasto esperado que asciende a 171.165M€. ¿Qué pasa con esa diferencia de 34.820M€ anuales? Nadie lo dice, pero ustedes ya se lo imaginan. Para más inri, el Desgobierno Comunista apunta a que el principal impulso llegará de la recuperación de la actividad económica, sin especificar nada más mientras todas sus medidas (aumento de impuestos y cotizaciones, rigidez laboral, descontrol del gasto público, elevación artificial del SMI, fragmentación del mercado, etc…) conducen a una mucho más probable contracción económica sin precedentes, por lo que cualquier medida de este tipo que no ataque el núcleo del problema y cambie realmente la estructura de nuestro sistema de pensiones no servirá, en la práctica, para nada que no sea acelerar este desastre. Medidas como el “mecanismo de equidad intergeneracional (MEI)”, preparada también para el 2023 -y ya comentada en este Blog- que supondrá un recargo más (0,6%) en las cotizaciones, tanto para empresas (0,5%) como para trabajadores (0,1%), sólo conseguirán restringir aún más el empleo y la recuperación economica, independientemente de lo que recaude (20.000M€ según BBVA).
En definitiva, resulta evidente que ese destope de cotizaciones sin garantías de pensión es una suerte de apuesta donde siempre gana el Estado (cotice más ahora y luego ya veremos) por lo que, en realidad, se trata del enésimo timo vía BOE. Lo peor, no obstante, va a ser que ese mayor coste laboral para las empresas y esa menor capacidad económica para los cotizantes que el aumento en las cotizaciones sociales traerán automáticamente consigo alejarán aún más una recuperación económica que está muy lejos de conseguirse y que aún lo estará más con este tipo de medidas.