Estamos tratando de seguir el ‘Caso Valdecañas’: ese complejo extremeño residencial y de ocio levantado en su día sobre unos terrenos que formaban parte de un ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) junto al Pantano de Valdecañas (Cáceres) y que fue denunciado por ECOLOGISTAS EN ACCIÓN desembocando en la STS de 09.02.2022 que determinaba la demolición del complejo urbanístico en su totalidad (ver entradas ‘Valdecañas o la insoportable levedad del TS’ y ‘El TS inadmite el último recurso para parar el derribo de Valdecañas’).
En esos artículos anteriores ya indicábamos que estaba pendiente un recurso ante el TC que, aunque jurídicamente no tenía, a nuestro juicio, ningún recorrido, sí podía dar juego a los políticos que gustan de meter sus manos en la Justicia. En este sentido llega ahora un pronunciamiento del TC que acuerda suspender cautelarmente dicho derribo hasta adoptar una decisión definitiva sobre el fondo del asunto. El Pleno del TC acuerda la estimación de medida cautelar interesada tanto por la Junta de Extremadura como por los Ayuntamientos de El Gordo y Berrocalejo junto con las Comunidades de Propietarios de la ‘Isla de Valdecañas’.
En cuanto al fondo del asunto que está claro que quiere manipular el TC el asunto arranca allá por el 2011 cuando el TSJ de Extremadura anuló el visto bueno de la Junta de Extremadura a la ‘Isla de Valdecañas’ y acordó devolver los terrenos a la situación anterior a la aprobación del proyecto. El TS confirmó después la resolución del TSJ pero, en 2021, una vez abierto el trámite de ejecución, el TSJ extremeño declaró la imposibilidad de ejecutarlas, acordando hacerlo solo de forma parcial, lo que implicaba demoler lo no terminado y conservar el hotel, las viviendas, el campo de golf y otras instalaciones ya construidas. Sin embargo, en 2022, el TS, tras un nuevo recurso de ECOLOGISTAS EN ACCIÓN, ordenó derruir también lo ya construido con plena lógica jurídica.
A consecuencia de todo lo anterior y de los 15 años de procedimiento, ECOLOGISTAS EN ACCIÓN señaló que la Junta de Extremadura debería pedir disculpas por “su nefasta y cuasiprevaricadora gestión de este asunto, que recientemente ha llegado a promover una ley para sortear el cumplimiento de estas sentencias” y ahora le debe poner una vela a San Judas Tadeo porque los políticos ya asoman la patita por debajo de la puerta del TC. Veremos.