Está en marcha la nueva maniobra del Ministerio de Hacienda, capitaneado por Mariajesús Montero (PSOE), con la que, bajo la excusa estadística de que existe una brecha de tributación en el Impuesto de Sociedades, particularmente de las grandes a las que acusa de tributar a un tipo efectivo medio del 6,19%, aunque la banca lo hace al 2,3% y las energéticas al 6,83%, frente al 19,39% que se obtendría, a su decir, con un ‘cálculo ortodoxo’. Por eso, está decidida a disparar la recaudación del IS en 10.000M€ instituyendo para ello un tipo mínimo del 15%, no sobre base imponible (BI) sino sobre el llamado ‘beneficio agregado’ que consiste, básicamente, en no descontar las pérdidas de las sociedades del grupo a la hora de liquidar el IS, aumentando así la cuota tributaria e incrementando el tipo efectivo medio de gravamen. Otra subida encubierta, otra más, en el IS.
La idea no es nueva porque ese ‘beneficio agregado’, al final, responde a la propuesta de PODEMOS, de 2015, de ‘imponer un tipo mínimo en el IS sobre el resultado contable’, entendido como ingresos menos gastos, pero sin incluir ni lo tributado fuera, ni las bases negativas, en contraposición al cálculo de la BI tradicional que sí los contempla. Como siempre, lo que intentan lograr es un 15% de gravamen efectivo sobre ‘resultado contable’ en cumplimiento, supuestamente, de «los términos acordados a nivel global y en la UE«, cuando en realidad la tasa global para multinacionales de la OCDE -que está pendiente de fijar- no se calcula sobre ‘resultado contable’ sino sobre BI. En definitiva, que el latrocinio impositivo continua al alza mientras no se controla el gasto público por lo que resultan insuficientes tasas impositivas globales que superan el 50% del PIB real mientras predican la ‘armonización’ con la UE, cuando España no solo está armonizada, sino que supera con creces, en esfuerzo fiscal, a todos los grandes países miembros de la UE. Lo único cierto, es que la recaudación impositiva crece a ritmo de dos dígitos cada año (el 15% en 2022) y no hay ningún activo consistente en el Mundo que pueda replicarlo por lo que la conclusión es clara: están confiscando nuestras rentas y bienes para llenar los bolsillos de los imperantes y su séquito.
Por si esto fuera poco, conocemos ahora también la denuncia de Javier Chicote, jefe de investigación del ABC, que denuncia que a raíz de las informaciones que publicara en 2017 sobre el despacho ‘Equipo Económico’, fundado por el entonces Ministro de Hacienda Cristóbal Montoro (PP), sobre ciertas conductas relativas al tráfico de influencias y otras irregularidades, fue objeto de una persecución fiscal –él y toda su familia- ordenada personalmente por Montoro. En este sentido, presenta un correo electrónico bajo el nombre ‘informe Chicote’ en el que aparecen los jefes de la AEAT, a saber, el inspector jefe de la Oficina Nacional de Investigación de Fraude (ONIF), el director de la AEAT y el director de Inspección Financiera y Tributaria de la AEAT, donde el jefe de la ONIF dirige a los otros dos dicho informe “sobre Javier Chicote» avanzándoles que «vamos a remitir una FITT -ficha de información con trascendencia tributaria- para su carga en el plan de inspección«, es decir, que ordenan dirigir personalmente una inspección contra el periodista y una sociedad familiar sin ningún indicio previo que la justifique y con el único objeto de reprimirle por las portadas publicadas en el ABC contra el comportamiento de Montoro.
Chicote, que se enteró hace poco gracias a un amigo periodista que también había sido investigado por la AEAT, refiere que «todo me cuadró porque coincidía en las fechas con la publicación de unas informaciones sobre el ministro. En pocos meses ya habían hecho una extensa radiografía de mi vida personal y profesional«, desde su mujer a su hija, pasando por su empresa familiar y la herencia de su padre fallecido en los 90, «hasta la abuela de mi mujer«, que tiene 89 años y una única vivienda en propiedad comprada hace 50 años. Finalmente, Chicote subraya en su denuncia que esa acción de Montoro como ministro y, sobre todo, la connivencia de los tres principales jefes de la AEAT «es un escándalo, un atropello contra la libertad de prensa y contra un contribuyente« y recuerda las amenazas de Montoro de acudir a los tribunales (29.06.2017) por las portadas del ABC «pero no acudió, donde sí parece que acudió fue a la cúpula de Hacienda para intentar darme una cornada fiscal«. Al final, todo se fue por donde vino, al no encontrar nada sancionable.
Si esto no es una Dictadura no sé qué lo será. Estamos en un país donde el ministro de hacienda del PSOE puede cambiar las reglas de juego a medio partido creando un nuevo concepto -‘beneficio agregado’- con el único fin de lograr y justificar un aumento de la recaudación en 10.000M€ en el IS y no pasa nada. Estamos en un país donde el ministro de hacienda del PP puede dirigir personalmente la inspección de la AEAT contra un periodista que le ha criticado y no pasa nada. El terror fiscal avanza en España y no es patrimonio de un partido sino de los dos partidos mayoritarios que se reparten el poder desde hace 40 años: de la PPSOE. No sé qué puede hacer falta para que ustedes despierten de una vez acerca de lo que supone votar a la PPSOE en España. De verdad, no lo sé.